Las turbinas verticales que transforman la energía desaprovechada en oro.
Los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, más conocidos como HVAC por sus siglas en inglés, están presentes en todos los ámbitos de nuestra vida diaria. Sin embargo, lo que muchos no saben es que estos sistemas podrían convertirse en generadores de energía limpia. Un estudio reciente, llevado a cabo en España, ha demostrado cómo es posible capturar y convertir la energía de los flujos de aire generados por estos sistemas, que antes se consideraba energía desperdiciada, en una fuente sustancial de electricidad mediante el uso de pequeñas turbinas verticales.
El surgimiento de un nuevo potencial energético en España
Investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Madrid han analizado la posibilidad de utilizar las corrientes de aire artificiales producidas por los sistemas HVAC para generar electricidad. Este innovador proyecto se basa en el uso de turbinas de eje vertical, las cuales han sido seleccionadas por su tamaño compacto y su fácil instalación. Estas turbinas, con una potencia nominal de 9 kW, resultan ideales para ser montadas en los equipos de HVAC sin afectar su funcionamiento.
El proyecto ya ha sido probado en un centro de datos en Colombia, donde los resultados han sido sumamente alentadores: una única instalación podría generar alrededor de 468 MWh al año. En este centro, se emplean tres enfriadores Liebert HPC-M, cada uno de los cuales está equipado con ocho ventiladores EC-FAN que funcionan a 480 V y 900 revoluciones por minuto, generando un flujo de aire vertical continuo necesario para enfriar los equipos informáticos.
Innovación tecnológica detrás del proyecto
Para llevar a cabo este proyecto, se ha optado por la turbina “Tesup V7”, un dispositivo compacto y ligero que facilita su instalación sobre los sistemas de refrigeración sin comprometer su rendimiento. Se estima que la instalación de seis turbinas en un centro de datos podría generar un total de 513,82 MWh de energía al año, lo que significa que cada turbina contribuiría con 85,64 MWh.
¿Es rentable la producción de energía?
Sorprendentemente, el balance energético es positivo. Con un consumo total de 336,39 MWh por parte de los ventiladores de los sistemas de refrigeración, la producción neta de electricidad, después de descontar las pérdidas por mantenimiento, sería de 467,6 MWh anuales. Este excedente de energía podría ser inyectado nuevamente en la red eléctrica o utilizado para cubrir otras necesidades energéticas del centro de datos, aumentando así su autonomía.
Rentabilidad económica: ¿es viable el proyecto?
Desde el punto de vista económico, este proyecto también resulta prometedor. Según el análisis financiero, el coste inicial de adquisición e instalación de las turbinas y otros equipos asociados sería de 111.540 euros, con unos gastos de mantenimiento anuales estimados en 1.005 euros. A pesar de estos costes, se proyecta que el flujo de caja se vuelva positivo a partir del tercer año, con una tasa interna de rentabilidad del 50,69% a 20 años.
Un impacto positivo para el medio ambiente
Además de su rentabilidad económica y su capacidad para generar energía limpia, este proyecto ofrece beneficios significativos para el medio ambiente. La instalación de las turbinas permitiría reducir en aproximadamente 300 toneladas las emisiones de CO2 al año, lo que contribuiría de manera notable a la lucha contra el cambio climático y al impulso de un futuro energético más sostenible.
Este proyecto es un claro ejemplo de cómo la innovación tecnológica puede transformar recursos desaprovechados en soluciones energéticas viables, demostrando que la sostenibilidad y la rentabilidad económica pueden ir de la mano